La marca y la identidad corporativa son fundamentales para el éxito de una franquicia. La imagen corporativa de la franquicia es lo que le da personalidad y permite diferenciarse de la competencia. Es importante que esta imagen sea clara y sencilla, representando verdaderamente lo que la franquicia ofrece.
Cuando te conviertes en franquiciado, adquieres la imagen corporativa de la franquicia diseñada y elaborada por expertos en marketing, además del «know-how«. Esta imagen corporativa se encuentra descrita en el manual correspondiente, donde se establecen medidas, colores y otras características.
La imagen corporativa debe ser coherente y consistente en todos los aspectos del negocio, desde el diseño de la tienda hasta el material publicitario y los uniformes de los empleados. Esto ayuda a reforzar la marca y la identidad corporativa en la mente de los clientes.
Además, la marca debe ser reconocible y memorable. Un logotipo simple pero efectivo, un eslogan pegadizo y una paleta de colores atractiva pueden ayudar a crear una marca fuerte y duradera.
En resumen, la marca y la identidad corporativa son aspectos críticos para el éxito de una franquicia. Es importante asegurarse de que la imagen corporativa sea clara, coherente y memorable en todos los aspectos del negocio para establecer una marca fuerte y duradera en la mente de los clientes.
En este artículo, te explicaremos qué es la identidad corporativa de una franquicia y cómo se construye.
La diferencia entre imagen corporativa e identidad corporativa
En un mercado cada vez más competitivo, tanto en el sector industrial como en el de servicios, las nuevas empresas enfrentan el desafío de posicionar y diferenciar sus productos en el mercado para atraer a los clientes.
En este contexto, es esencial comprender qué es la imagen corporativa y cómo se relaciona con la identidad corporativa. La imagen corporativa es la percepción que el público tiene de una empresa a través de sus productos, servicios, publicidad, comunicaciones, entre otros aspectos. Por otro lado, la identidad corporativa es la personalidad y los valores de la empresa, lo que define quiénes son y cómo se presentan al mundo.
Para construir una imagen corporativa efectiva, se deben considerar variables como el logotipo, el diseño, los colores, la tipografía, la publicidad, las comunicaciones y la reputación. La identidad corporativa, por su parte, se construye a través de la cultura, los valores, la visión y la misión de la empresa.
Es importante tener en cuenta que la imagen corporativa y la identidad corporativa están interrelacionadas, pero no son lo mismo. A continuación, te explicamos cada una de ellas.
¿Qué es la imagen corporativa de una franquicia?
La imagen corporativa o de marca en una empresa de cualquier tamaño es la percepción que el público en general tiene de ella, de sus productos y/o servicios. Esta imagen se refiere a la reputación que la empresa posee en el mercado y comunica la personalidad única, los valores y la misión de la organización.
La imagen corporativa es importante porque una imagen positiva facilita el aumento de las ganancias de la empresa y atrae potenciales franquiciados y clientes. Es por ello que tanto las grandes corporaciones como las pequeñas y medianas empresas invierten cada vez más en la creación y mantenimiento de una imagen corporativa efectiva.
En una empresa de franquicias, es especialmente relevante la imagen corporativa, ya que cada unidad franquiciada es una extensión de la marca y, por tanto, una imagen coherente en todas ellas es fundamental para el éxito del negocio. Además, una imagen positiva y coherente facilita la fidelización del cliente y su confianza en la marca.
¿Qué es la identidad corporativa de una franquicia?
La identidad corporativa se refiere a la personalidad de una empresa y se define como un conjunto de rasgos esenciales, valores y creencias que la identifican y la diferencian de otras empresas en el tiempo. Es la percepción que la empresa tiene sobre sí misma y es algo único, que incluye su historia, creencias, filosofía, personalidad de sus creadores, trabajadores, valores y estrategias.
La identidad corporativa se manifiesta a través de sus productos y servicios, los entornos donde se desarrolla su actividad o ventas, sus comunicaciones y su comportamiento con los empleados y con el exterior. Las empresas con una identidad coherente, bien controlada y con una personalidad exclusiva tienen mayores posibilidades de éxito, mientras que aquellas con una identidad débil o ambigua tienen un freno para su desarrollo.
Todas las empresas nacen con objetivos similares, pero es en la definición de las estrategias y los medios para alcanzarlos cuando se establecen las diferencias y las empresas comienzan a dar sentido a su existencia. En resumen, la identidad corporativa es el eje en torno al cual gira la existencia de una empresa y es fundamental para su éxito en el mercado.
Diferencias
La imagen corporativa y la identidad corporativa son dos conceptos estrechamente relacionados, pero no son lo mismo.
La imagen corporativa hace referencia a la percepción que tiene el público de una empresa, es decir, cómo la ven y cómo la perciben. La imagen se forma a través de los elementos visuales que se utilizan en la comunicación de la empresa, como el logotipo, los colores, la tipografía, el packaging, etc. También se forma a través de la publicidad y las acciones de comunicación que lleva a cabo la empresa.
Por otro lado, la identidad corporativa se refiere a la personalidad de la empresa, a su esencia, a lo que la hace única y diferente del resto de empresas del mercado. La identidad corporativa incluye la misión, visión y valores de la empresa, su cultura organizacional, la forma en que se relaciona con sus clientes y empleados, y su historia. En definitiva, la identidad corporativa es la razón de ser de la empresa y el eje en torno al cual gira su existencia.
La imagen corporativa es cómo la empresa se muestra al público, mientras que la identidad corporativa es lo que la empresa es en su esencia. Ambas son importantes para el éxito de una empresa, pero es fundamental tener una identidad corporativa clara y definida, para luego trabajar en una imagen corporativa coherente y consistente.
Factores clave para crear una imagen corporativa efectiva
Crear una imagen corporativa exitosa es una tarea que requiere esfuerzo y dedicación. Es importante tener en cuenta que la creación de una imagen corporativa debe basarse en buenas políticas de empresa, la reputación a largo plazo y la franqueza en los tratos comerciales. Además, es un proceso continuo con efectos a largo plazo. A continuación, se detallan los aspectos más importantes para crear una buena imagen corporativa:
- Elegir un nombre de empresa que sea fácil de recordar y que se adapte a las necesidades del mercado nacional e internacional.
- Investigar el mercado para evaluar a los competidores, las tendencias del mercado, las necesidades y preferencias del público objetivo.
- Definir el propósito de la empresa y diferenciarse de los competidores para mostrar por qué los consumidores deben elegir los productos o servicios de la empresa en cuestión.
- Crear un buen diseño que refleje la misión y los valores de la organización y que sea atractivo para el público.
- Capacitar a los empleados para que transmitan los valores de la empresa en su interacción con los clientes, inversores y distribuidores.
- Tener en cuenta la importancia de las acciones y cuidar los estándares éticos y los actos que los clientes se identifican, prestando especial atención a la responsabilidad social y medioambiental de la empresa.
- Invertir en actividades promocionales para promocionar la marca a través de diversos medios, tales como las redes sociales, la televisión o la prensa escrita, utilizando símbolos y lemas que ayuden a tener presencia en el mercado y diferenciarse de los competidores.
- Medir la imagen corporativa y detectar errores a través de encuestas y otras evaluaciones. Es importante evaluar y medir la imagen corporativa continuamente para recibir retroalimentación y corregir errores.
Es importante tener en cuenta que la imagen corporativa no se limita solo al diseño, sino que involucra la reputación, las acciones y la comunicación de la empresa. Por lo tanto, es fundamental que la imagen corporativa refleje la misión y los valores de la organización y que sea coherente en todas sus acciones y comunicaciones.
